Por Antonio García, Primer Comandante del ELN
Estamos ante una «matriz mediática» que se maneja desde el «Estado Profundo», los grandes grupos económicos y las instituciones del Estado que obedecen o responden al bloque hegemónico en el régimen político. Los partidos políticos tradicionales gravitan en torno a ese poder estatal, los que se dicen de centro medran y una gama de la izquierda reformista le resulta funcional.
Aunque se diga en los círculos de analistas militares y «privados» que el ELN no es una amenaza estratégica para el Estado, en los planes de las Fuerzas Armadas y en sus objetivos de inteligencia se contemplan como prioridad los golpes a la línea de mando del ELN, así como la desarticulación de sus estructuras.
Por eso, mientras la «matriz mediática» — desde antes de estar en curso el «Cese el Fuego» — nos acusa de violaciones, poco o nada dice sobre las denuncias que se hacen sobre las operaciones conjuntas del Ejército con las bandas paramilitares del Clan del Golfo y de las ex-FARC. Desde luego que estas operaciones hacen parte de un plan contrainsurgente dirigido desde el Estado realmente existente.
Vale recordar que lo acordado con el Gobierno fue suspender las operaciones militares ofensivas y las actividades de inteligencia; pues ambas, al final, terminan en operaciones militares ofensivas. Por ello, llama mucho la atención la carta enviada el 10 de septiembre por el general Hélder Fernán Giraldo Bonilla — Comandante General de las Fuerzas Militares de Colombia — a los generales y almirantes de las Fuerzas Militares de Colombia.
En sus partes sustanciales anota que se debe:
«… atender las siguientes instrucciones:
1. *Recopilación de Información*: A través de inteligencia militar, recoger toda la información posible sobre el ambiente operacional. Esto incluye la geografía, demografía, condiciones climáticas, infraestructura local, flujos de transporte, cultura local, factores de inestabilidad y posibles amenazas entre otros actores en el área.
2. *Análisis de la Información*: Con la información recopilada, realizar un análisis exhaustivo. Esto puede implicar técnicas de modelado y simulación, análisis de redes, y técnicas de análisis geoespacial, entre otras. El objetivo es comprender a fondo el ambiente operacional y prever cómo podría afectar las operaciones.
3. *Diseño del Plan de Operaciones*: Con base en el análisis realizado, diseñar un plan operacional que responda eficazmente a las condiciones del ambiente operacional. Esto implica la distribución y movilización de los recursos militares. Establecer los objetivos, las maniobras, las tácticas, las técnicas, las tareas, responsabilidades, y el marco temporal cronológico.»
En estos tres numerales queda claro que está orientando actividades de inteligencia dentro de un plan de operaciones, pues les está recordando el método de planeación estratégico que se hace en las Fuerzas Armadas. Pero la carta no se queda ahí, sino que les recuerda que están en un «Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho». No queda un ápice de dudas, están en un plan de guerra «contra las amenazas que acechan», hasta «lograr la victoria», como se ve con claridad en los párrafos finales:
«Por lo tanto, les invito a mantener el enfoque, analizar el ambiente operacional y trazar metas claras, planear con detalle de acuerdo a cada nivel de la guerra, y así alcanzar los objetivos del “Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho”. Solo con el enfoque y la dedicación, se superan los desafíos que parecen inalcanzables.
Todas las Fuerzas Militares deben estar alineadas bajo la sombrilla del Plan Estratégico Conjunto Ayacucho, les pido no distraerse en nimiedades, ni en protagonismos dañinos, todos debemos estar concentrados en lo verdaderamente importante, lograr la victoria sobre las amenazas que acechan a nuestros compatriotas.
También, les recuerdo a todos, que existen 25 factores de inestabilidad*
Continuemos adelante con determinación, valentía y honor.
Ante lo Imposible Voluntad.
Unión Integridad Victoria.
Atentamente,
General Hélder Fernán Giraldo Bonilla
Comandante General de las Fuerzas Militares de Colombia»
Queda claro en esta carta que las Fuerzas Armadas no están en un proceso de paz, siguen un Plan de Campaña. No se trata de construir acuerdos para alcanzar la paz, sino de un plan para lograr «la victoria». Vuelve y juega el mismo cuento de Santos: «la victoria es la paz».
El viejo truco: la ambigüedad del lenguaje para disfrazar los verdaderos planes.
Es muy conveniente que nuestra Delegación de Diálogos presente esta carta en la Mesa de conversaciones, pues como podemos ver nos encontramos entre ambigüedades, una cosa dice el Gobierno en la Mesa y otra, muy distinta, son los planes de las Fuerzas Militares.
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