Por María Elena Álvarez Acosta
El pasado 7 de octubre, Hamás — organización calificada como terrorista por Israel, los Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y otras potencias occidentales— lanzó una operación inédita contra el ejército israelí. La «Tormenta de al Aqsa» rompió todos los esquemas precedentes: logró penetrar la zona fronteriza que se creía hermética. La respuesta de Tel Aviv fue inmediata. Comenzó la Operación «Espadas de hierro». El ministro de Defensa sionista afirmó que «cambiarán Gaza para los próximos cincuenta años».
El gobierno israelí cortó el agua, la electricidad y la entrada de alimentos y combustible a la Franja; comenzaron los mortíferos ataques aéreos, se inició el desplazamiento de miles de personas, al tiempo que se amenazó con un «asedio total». La próxima fase de la operación israelí sería un ataque por tierra, mar y aire.
Para el 10 de octubre, más de 180 mil personas abarrotaron los refugios de Naciones Unidas en Gaza mientras la aviación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) castigó el territorio donde habitan 2,3 millones de personas. [1]
El ejército israelí advirtió a más de un millón de personas que viven en el norte de Gaza que evacuaran sus hogares, en medio de indicios de lo que denominan ofensiva de represalia. Apenas 12 horas después de las primeras advertencias, cientos de miles de personas salieron a las carreteras o se vieron obligados a abandonar sus hogares por los ataques aéreos. Sin embargo, muchos ciudadanos decidieron quedarse y enfrentar la incursión israelí.
Las razones que daban eran que no había ningún lugar seguro al que ir en el sur, además, estarían lejos de sus amistades y familiares, y gran parte de las carreteras que podían utilizarse como rutas de evacuación, en muchas ocasiones, habían sido blanco de los ataques aéreos israelíes.[2]
¿Por qué deben desplazarse al sur? ¿Adónde van a ir los habitantes de la Franja? El gobierno israelí sabe que Egipto ya declaró que no aceptará la entrada de esa cantidad de refugiados. ¿Cuál es el objetivo real? La respuesta es EXPULSARLOS, ¿ANIQUILARLOS? ¿MASACRARLOS? La realidad es que los palestinos no tienen adonde ir, pero surgen otras interrogantes: ¿quieren irse?, ¿por qué tienen que irse? Ese es su territorio, esa es Palestina.
Entonces aparecen las cifras. Si la ofensiva israelí se desarrolla tal como plantean, ¿cuál será el saldo en pérdida de vidas? Tengamos en cuenta que, según la CNN, las víctimas causadas por las fuerzas de ocupación durante los últimos ocho días supera el número de víctimas de la operación «Margen Protector», que duró 51 días en 2014. Según el periódico El País, el 15 de octubre había 1,1 millón de desplazados, más de 2.670 personas que habían muerto en los bombardeos sobre Gaza y al menos 9.600 que habían resultado heridas. En Israel hay 1.400 fallecidos por los ataques de Hamás, según France24.[3]
El ejército israelí informó este 26 de octubre que sus tropas entraron durante la madrugada al enclave palestino, donde atacaron objetivos «selectivos» de Hamás antes de regresar a su país. Israel señala que se trató de una acción «preparatoria» de su anunciada intervención terrestre. De cara a una posible acción en suelo gazatí, las tropas recrudecen sus ataques aéreos, lo que incrementa la cifra de víctimas palestinas muertas: al menos 7.028 personas, incluidos más de 2.900 niños.
La tragedia de Gaza: habitantes y pretextos
Gaza ha sido escenario de bombardeos sistemáticos y de la muerte de civiles. Hubo dos acontecimientos que «facilitaron» las acciones violentas, en muchos casos calificadas como de genocidio, de Israel sobre la Franja:
El plan de desconexión de Gaza. El mismo fue anunciado por Ariel Sharon en el año 2003 y aprobado por el parlamento israelí en el 2005. El 11 de septiembre de ese año se baja la bandera de Israel en Gaza. Esto significó la retirada del Ejército y de los colonos judíos de esa área. Alrededor de 8.000 colonos israelíes fueron evacuados de sus casas y campos. Según Juan Miguel Muñoz[4] era un plan de desconexión que desconecta lo mínimo. No era una retirada, Israel continuó vigilando las fronteras de Gaza, controlaba el espacio aéreo, los 30 kilómetros de su costa hacia el mar Mediterráneo y también tendría presencia militar entre Gaza y Egipto. El plan establece en su primer apartado que, una vez completada la evacuación, «no podrá reclamarse a Israel responsabilidad alguna sobre la población palestina».
Sharon parecía que comenzaba a dar respuesta al plan de paz del Cuarteto de Madrid y la Hoja de Ruta propuesta. Sin embargo, el portavoz de Arafat lo consideró un engaño para eludir las negociaciones, pero había un detalle que tal vez pasó inadvertido o no tenía la significación terrible que tuvo posteriormente: a partir de ese momento, solo habían palestinos en Gaza.
El triunfo de Hamás. Un año después, en enero del 2006, tuvo lugar un acontecimiento inesperado: el Movimiento de Resistencia Hamás ganó la mayoría absoluta en las elecciones legislativas palestinas. En junio de 2007 se desató una crisis en Gaza entre Hamás y Al Fatah, el primero tomó el poder en la Franja. A partir de ese momento, Tel Aviv impuso un férreo bloqueo terrestre, aéreo y marítimo sobre la Franja que llega hasta nuestros días; los palestinos tampoco pueden entrar y salir libremente, al igual que los bienes y servicios.
Se avecinaban tiempos aún más difíciles para los habitantes de Gaza. Con la llegada de Hamás al poder, Israel tendría «motivos» para endurecer las medidas de control para con la Franja; además, podría tomar cualquier acción de represalia, no peligraba ninguna vida israelí, solo eran palestinos.
En las acciones contra Gaza, las Fuerzas Armadas israelíes siempre plantean como argumento que se defienden de Hamás. De forma general, el objetivo declarado ha sido frenar los ataques mediante cohetes que se realizan hacia territorio israelí por parte del grupo islamista. Cualquier Estado tiene derecho a defenderse, pero las acciones desde Tel Aviv han sido desproporcionadas, ¿por qué los ataques israelíes se dirigen contra la población civil? ¿Quieren causar el terror, el estado de inseguridad? ¿Que no se apoye a Hamás? La pregunta más evidente sobre la actuación de Israel sería: ¿sus acciones contra la población civil de la Franja de Gaza no clasifican como terrorismo de Estado?
Gaza se convirtió en el territorio que se bombardea para castigar cualquier acción de los palestinos contra Israel, sea dentro del enclave o en otro lugar de los territorios ocupados. Han ocurrido varias agresiones israelíes contra la Franja, las que cada vez han sido más brutales, con indiscriminados e intensos bombardeos.
Unos meses después de la toma del poder de Hamás, en junio del 2006, Israel inició la Operación «Lluvias de verano». Esta ofensiva se prolongó más de un mes y en ella murieron 165 civiles palestinos. Posteriormente, se desarrollaron las operaciones «Plomo Fundido» en 2008, «Pilar Defensivo» en 2012 y «Margen Protector» en el año 2014, en esta última perdieron la vida más de 2.000 palestinos, la mayoría civiles.
En mayo de 2021 Israel planteó que la «Operación de los muros» era contra objetivos de Hamás, en respuesta al lanzamiento masivo de cohetes contra su territorio. Se desarrolló la peor escalada de violencia de los últimos siete años.
Además de los bombardeos a Gaza, Israel ha aumentado sus niveles de represión y el robo del territorio de la población palestina a través de la expulsión de sus tierras (screeping anexation) en Cisjordania y en los barrios de Jerusalén; el aumento del establecimiento de asentamientos de colonos y de la agresividad de los mismos y los asaltos a los lugares sagrados de los que profesan el islam, como la mezquita de Aqsa.
En marzo de 2022 Israel emprendió la operación «Romper la ola», en este caso, en Cisjordania, tras cinco ataques palestinos en los que murieron 18 personas. Las acciones represivas se prolongaron meses y se arrestaron a unos 1.500 sospechosos. Un año después, en julio, se lanzó la Operación «Casa y Jardín» a gran escala, por tierra y aire, en Yenín.
Después del inicio de la denominada «primavera árabe» hasta la actualidad, el conflicto israelo-palestino y la lucha por los derechos de estos últimos parecía que pasaba al olvido. Entre otros muchos aspectos, la firma de los acuerdos de Abraham y la postura internacional de dejar hacer a Israel, que sobre todo se evidenciaba en las potencias occidentales, influía en la cada vez más agresiva política del gobierno de Netanyahu.
Según David Leonhardt[5]
(…) el extremismo de Netanyahu ha contribuido a la inestabilidad entre Israel y los grupos palestinos como Hamás. Ayer, un editorial en el diario israelí Haaretz argumentaba: «El primer ministro, que se ha jactado de su vasta experiencia política y su insustituible sabiduría en materia de seguridad, fracasó completamente al identificar los peligros hacia los que estaba llevando de manera consciente a Israel al establecer un gobierno de anexión y despojo». Netanyahu, añadió Haaretz, adoptó «una política exterior que ignoró abiertamente la existencia y los derechos de los palestinos».
«¿Hasta cuándo el horror y el genocidio afectarán a los palestinos en la franja de Gaza? Todo indica que seguirá siendo parte de la cotidianidad».[6] Hoy se siguen contabilizando los muertos en Gaza. Las noticias hablan de víctimas, de dolor, ¿desde cuándo? ¿Qué se ha hecho para resolver esa situación?
Cuando la muerte y el dolor se convierten en números, se desdibujan los rostros.
¿Por qué a Israel se le permite violar todo lo establecido a nivel internacional? ¿Los poderosos y los indiferentes seguirán rigiendo los destinos de estas vidas convertidas en números de víctimas del genocidio? ¿Prefieren estos rostros convertidos en números dar su vida por algo que han anhelado y por lo que siempre han luchado: su tierra?
Notas:
[1] Datos tomados de Los Angeles Times, 10 de octubre de 2023.
[2] Associated Press, 15 de octubre de 2023.
[3] En directo: Israel hace incursión «preparatoria» en Gaza; los muertos en el enclave superan los 7.000. Disponible en: https://www.france24.com/es/medio-oriente/20231026-%F0%9F%94%B4-en-directo-israel-hace-incursi%C3%B3n-preparatoria-en-gaza-los-muertos-en-el-enclave-superan-los-7-000
[4] Un «Plan de Desconexión» que desconecta lo mínimo. Tomado de El Mundo, en Página 12, 17 de agosto de 2005.
[5] «El contexto global de la guerra Hamás-Israel», en The New York Times, 9 de octubre de 2023. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2023/10/09/espanol/guerra-israel-gaza-hamas.html
[6] María Elena Álvarez Acosta: «Gaza: ¿hasta cuándo?», 11 de julio de 2014. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/opinion/2014/07/11/gaza-hasta-cuando/
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